SITUACIÓN
Terrassa, provincia de Barcelona
MEMORIA
Año 2001
En el lugar donde ahora está este edificio, se encontraba «el Mesón de los Arcos», un bar muy conocido y querido por todos los Terrassenses. Su derribo y la nueva construcción era ya de por sí un reto difícil de alcanzar, teníamos que conseguir que el nuevo edificio no fuera rechazado o al menos tenido en menos respecto al anterior edificación.
Además, nuestra intervención en el edificio Plaça Vella fue total, ya que era el inicio de la época que ahora denominan de la » Burbuja inmobiliaria». Nuestros clientes particulares iban menguando, ya que no había manera de encontrar suelo a buen precio, y los promotores inmobiliarios de nueva cosecha cada vez eran más numerosos y cada vez más ignorantes respecto al mundo de la construcción. Por lo tanto creímos que era mejor hacer nosotros todo el proceso constructivo, es decir, la promoción, el proyecto y la dirección técnica de la obra, la construcción, la gestión y la venta. Fue exhaustivo, pero el resultado fue muy bueno. Conseguimos una construcción de una calidad en materiales muy alta, a un precio increíblemente económico y un nivel arquitectónico que nosotros creemos se puede considerar muy bueno. Conseguimos cambiar totalmente la visual que se tenía de la calle lateral Jaume Cantarer, de tal manera que pasó a ser una verdadera calle comercial y no una calle de segunda y de paso como había sido hasta entonces. Y lo mejor de todo es que los comentarios de la gente de la ciudad de Terrassa, fueron del todo favorables, y todo el mundo nos felicitó por la nueva actuación.
Uno de los motivos principales de este cambio de visión, fue que la planta baja es totalmente vidriada, de tal manera que desde la mitad de la calle Jaume Cantarer, que es una calle muy estrecha, se puede contemplar la plaza «Vieja» y viceversa. Esta apertura de visuales a nivel de peatón es muy agradable. El otro es la colocación de piedra arenisca aplacada en la fachada, de una textura cromática muy adecuada en un caso antiguo de la ciudad.
El tipo de balcones, la falsa fachada en la parte principal y la gran apertura que señala el acceso a la edificación, dan una prestancia especial a la edificación. Hay un elemento importante a destacar, y es la colocación de un dintel gótico que había en el antiguo edificio, en el umbral de entrada al edificio. Este hecho fue remarcado por Domènec Ferran director del Museo de Terrassa, como una aportación museística que consigue llevar el museo a la calle de la ciudad.
Se tuvo especial cuidado en que la altura total del edificio fuera la adecuada, así como la altura de la planta baja. Se hizo coincidir con la edificación colindante. Este hecho fue sumamente complejo, ya que la altura prevista en el Plan General de Terrassa se obtenía al aplicar una altura media de la isla donde estaba ubicada la edificación, el resultado era de 1 m. menos de altura total. Se tuvieron que aportar los alzados de toda la Plaça Vella para demostrar que la aplicación de esta medida sería un error, ya que la edificabilidad en realidad era la misma. Se tardó casi un año en obtener la licencia y pasamos por el filtro de una gran cantidad de responsables urbanísticos, y entendidos locales. Finalmente nos dieron permiso para hacer lo que pretendíamos.
DATOS
Arquitecto: Amadeu Oliva i Uriel
Arquitecto técnico: Maria Rosa Remolà i Ferrer
Fotografía: Amadeu Oliva i Uriel
Consultor de estructuras: David García
